Trucos para renovar la decoración

Trucos para renovar la deco, con pocos recursos.

Por Liliana Mestanza, Design Team, Fontenla,
www.fontenla-furniture.com

Para renovar el aspecto de una habitación o incluso de toda la casa,
no siempre hay que pensar en realizar grandes inversiones. En la
decoración todo tiene que ver con la percepción, y como juegan entresí el espacio, la luz, los colores y los objetos.

A continuación le acercamos algunas propuestas fáciles de
implementar, para modificar el entorno, resignificar el mobiliario y
lograr -con pocos recursos- que todo se vea diferente.

1. Atrévase a mover las cosas de lugar.

 A las mujeres, en general nos encanta cambiar los muebles de lugar.
Si este es su caso, antes de pensar en obsequiar algún mobiliario que
ya tiene y aprecia, pruebe a cambiarlo de sitio. Muchas veces, los
muebles y algunos objetos como lámparas o alfombras, toman un sentido
nuevo al ubicarlos de otra manera. Por ejemplo, pueden lucirse más, y
hasta parecer más grandes o más pequeños según donde y como los ubique.

Haga la prueba de agrupar el mobiliario de otras maneras, y con otra
distribución. Se sorprenderá al ver como una nueva ubicación de los
objetos revaloriza el espacio
y refresca el aspecto de las mismas cosas, prestándoles otra utilidad.

2. Juegue con el color y las texturas.

Sin necesidad de pintar toda la casa, hay detalles de color y textura que
puede modificar de una
manera increíble la percepción del espacio. Imagine un cuarto
pintado en tonos pastel, y con detalles de la deco en naranja. Ahora,
piense en esas mismas pinceladas de color, pero en azul Francia
combinado con turquesa y verde manzana. Por ejemplo, en cortinas, una
alfombra o carpeta, el marco de un cuadro, un adorno… ¡¡Anímese a
pensar en colores!! Para la temporada 2008, por ejemplo, se usarán
los tonos tierra y arena; amarillos maduros y verdes botánicos. Elija
uno o dos, y atrévase a aplicarlos en todos los detalles. Visite las
casas de telas: un camino para la mesa puede combinar con almohadones
en el sillón, y una pequeña carpeta para la mesa ratona. Esas
salpicaduras de un color diferente, replicadas en adornos o un
cuadro, harán toda la diferencia.

3. Ordene y… ¡¡¡tire!!!

¿Usted es de esas personas que tienen la costumbre de reunir cosas
que no necesita? Muchas veces esta actitud obedece solo a la inercia
de juntarlas. Tenga en cuentas que estos objetos (muebles, cuadros,
papeles u otras cosas) ocupan un lugar que muchas veces podría
emplearse en otros usos. No estamos hablando aquí de objetos de
colección o que impliquen un afecto especial, sino de aquellas cosas
que se van acumulando “sin ton ni son”, y sin que usted tenga una
intención real de conservarlas.

Según el Feng Shui y otras disciplinas orientales, todos los objetos sin uso que
se estancan, obstaculizan el libre flujo energético. Esmuy importante que usted
tenga dominio del espacio, y recupere
sectores que no tiene en cuenta porque están ocupados con objetos prescindibles,
sobre todo si vive en un departamento pequeños dondeel lugar es un bien escaso.
Una buena idea es ordenar estos objetos con un criterio realista en cuanto a su
estética y utilidad, y desprenderse de aquellos que no sirvan y ocupen un lugar
preciado.

El solo hecho de desocupar el lugar aporta un aire nuevo, despeja el ambiente y
cambia la energía.

4. Cambie la iluminación.

La luz es un elemento decisivo en esta composición, porque puede atenuar
algunos colores y sectores, y realzar otros. Una luz puntual revaloriza un área.
Si ubica su sillón favorito sobre una carpeta de colores cálidos, por ejemplo, y
lo ilumina con una luz puntual, habrá creado un espacio donde antes no lo había.

5. Renueve el aspecto del mobiliario.

Esto también puede realizarse con poca inversión, si usted apela a modificar
algunos detalles que
cambiarán totalmente la imagen del mueble. Por ejemplo, logrará dale
 un aspecto diferente si reemplaza los herrajes, le da una pátina o
 modifica el color del lustre. En sillas y sillones, pruebe con fundas
 y retapizados. Un sofá revestido con una tela estampada y recargada
 puede tapizarse con una funda lisa, agregándole sencillez y
 revalorizando sus líneas. Entelar o forrar muebles les cambia
 totalmente la imagen y los revaloriza. Si se anima, puede revestir el
 frente de los cajones con cuero, logrando un efecto totalmente
 diferente y muy actual. Hay materiales que ofrecen muchísimas
 posibilidades: la arpillera, por ejemplo, en general se asocia con
 bolsas de baja calidad pero puede aportar calidez y textura. Para
 esto primero es conveniente evaluar si el mueble “vale la pena” por
 su estructura y estado de
 conservación. Los marcos de los cuadros son más importantes de lo
 que se cree. Pruebe a cambiar el marco de un cuadro clásico por uno
 liso de madera oscura, y verá como se modifica totalmente la
 relación de la imagen con el entorno.

Con estas ideas, sencillas y no demasiado costosas, puede modificar
el entorno, resignificar el mobiliario y lograr que todo se vea diferente.

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