Que es el parto humanizado?

Humanizado no es casero

Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189, Directora
de Espacio La Cigüeña.

Se suele escuchar a muchas mujeres emplear los conceptos de parto domiciliario y
parto humanizado como si fueran sinónimos y esto no es así.

En los tiempos que corren las mujeres asumimos la enorme
responsabilidad que incluye la maternidad, sabemos de la importancia que el
parto tiene en nuestra realidad emocional y en el bienestar de nuestro bebé y el
protagonismo que al respecto tenemos con nuestras decisiones.

A partir de allí nos interiorizamos acerca de las concepciones que albergan
nuestros médicos, si están de acuerdo o no con la peridural, su opinión en
relación al recibir a nuestro bebé en nuestro pecho inmediatamente luego del
nacimiento, el uso del fórceps, entre otros.
Sabemos que hay opciones, que
tenemos nuestros derechos y deseamos hacerlos valer transitando el parto según
nuestras condiciones. Para ellos es fundamental la elección del equipo médico
acorde a nuestros principios.

Si nuestro objetivo es atravesar el parto según las características del parto
humanizado, debemos estar interiorizadas acerca de sus principios,
diferenciándolos de los partos domiciliarios.

Un parto humanizado tiene su fundamento en el valor dado al mundo afectivo
emocional de cada uno de los participantes, permitiendo tomar decisiones acerca
de cómo y con quién parir entre otras.

Se trata del intento de un parto natural, considerando las necesidades
emocionales de los protagonistas y evitando la sobre medicalización de este
momento; es decir incluir la intervención médica cuando está justificada en el
caso singular y no sólo por respetar una rutina des personalizada.
Como
vemos, esto debemos acordarlo con nuestro médico y es posible en el marco de una
institución médica.

El parto domiciliario si bien está libre de la intervención médica, es un
riesgo frente a eventuales estados de emergencias neonatológicas para los que sí
necesitamos y de manera inmediata toda la batería médica al servicio de la salud
de nuestro bebé.
Es difícil atravesar una situación límite sabiendo que en
la decisión que tomamos no priorizamos las necesidades del bebé y no cubrimos
los riesgos que podían aparecer.

Considero por ello que podemos sostener y reclamar por un parto humanizado
dentro de las instituciones médicas como una manera de transitar el nacimiento
de nuestro bebé de la manera que soñamos pero con la responsabilidad que tenemos
como padres.

Recordemos entonces los principios del parto humanizado:

– Reconocer a padres y bebés como protagonistas.
– No intervenir médicamente como rutina, sino respetando cada situación
– Respetar las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que
desean transcurrir esta experiencia: posiciones, movimientos, compañía.
– Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.
– Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia
profesional.
– Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido

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