Mi Lugar

Sígueme. Dame la mano. Te llevaré a un lugar especial.
Los colores son quienes dan luz a la oscuridad. Desde arriba todo se ve luminoso.
Vivir , flotar , subir  y bajar  sobre colores.
Te invito a viajar sobre ellos. Sólo cierra los ojos  y déjate.
Esta noche todo puede suceder. Está llena de colores ocultos, dispuestos a elevar cualquier pena  para que desaparezca.
Volemos por tus cielos y por los míos.
Pasemos una noche iluminada, me hace falta.
Y si ahora nos vamos a cabalgar? Marchemos hacia mi golfo. 
Aquí nací, me crié. Estos mares me contuvieron, me abrazaron, riéron conmigo. Los domé. Nadé en sus profundidades desde que tengo noción de ser.
Es mi tierra. Donde me siento libre.
Puedo mostrarte otros vientos. Son los que bailaron con mis cabellos. Pasearon por todo el cuerpo, y azotaron mis piernas al regreso de la escuela durante parte de mi vida.
Bendito viento oeste, que corres rápido. Si me has hecho refunfuñar. Cuánto te he odiado, y cuánto te quiero. Porque viví hermosas aventuras rodeada de vos.
Si habremos caminado con viento en contra, tantas veces. 
Miles de tardes quisiste que nos salgamos de la playa cuando soplaste del este. Hasta que un día  apareció el magnífico corta viento, y nos refugiamos en las costas. Seguimos con las mateadas, y vos soplabas y soplabas. Con un abrigo, entre risas y olor a mar, nos compartimos el momento. Entraste sin permiso por debajo de las puertas y ventanas. En casa siempre quisiste estar, y estás. Es una batalla que tienes ganada. Nos acostumbramos a tenerte entre nuestros afectos, en nuestras vidas.
Te llevo a mis tierras. Te muestro mis olores. Soltemos  los colores para que vuelen.
Acoplemos las voces. Cantemos. Qué bello es cantar. Canciones propias, prestadas, robadas por un rato, y devueltas sin que siquiera se  enteren que fueron interpretadas por otra voz.
Tierra arcillosa. Aire seco. Atardeceres espectaculares, llenos de naranjas, rojos, amarillos, azules, violetas. Deleite para la vista. Quien se acerca a estos sitios no puede creer lo que ve.
Amaneceres sobre el mar, donde el sol, luego de tomarse un baño, sube. Arenas blancas, llenas de caracoles para que nos hagamos un sourvenir recordando el momento. Lunas enormes, radiantes, por donde estuvimos hace un rato paseando. Ese cielo que por las noches deja ver toda la vía láctea.Oasis dentro de la península. Gente venida de muchos lados, unidos con algo en común: el corazón y alma llenos de naturaleza real.
Así es mi golfo amado. Te lo muestro. Lo  comparto contigo, para que lo disfrutes tanto como yo.
No tiene montañas. El horizonte es infinito. Tiene mesetas, planas, poco verde. Y un encanto que te dejará boquiabierta. Mi Puerto Madryn.
De niña escuchaba a las ballenas desde la cama. De grande por las noches me encantaba ir a la costa, y entre papel y lápiz  vaciaba el alma. Sentada sobre la arena tibia, luego de un día soleado y caluroso, hundía las manos para que cada centímetro de piel estuviera sumergida en ella.
Amado Lugar, te he dejado por un tiempo. Vuelvo, regreso. Cuando necesito tenerte cerca, te pienso, y me acerco a ti.
Cerremos bien los ojos y al abrirlos estaremos con una copa de vino sentados en la rambla, escuchando las olas del mar golpear en la orilla. Allí a lo lejos algunos caminando. Aquí, nosotros, callados ante asombrosa naturaleza que deja sin respiro.
Gaviotas, arena. Pocas nubes.  
Sol, luna, estrellas, olas.
No hay shopping  ni autopistas. 
Hay ganas. De vivir la vida con lo que se ve, como se ve, en libertad.
Tienes un mar de emociones, para sumergirte desnudo de prejuicios, lleno de pasiones.
En las noches el cielo se ilumina con las estrellas que brillan incansables. Ellas todo lo ven.
Así es mi sitio en este mundo. Te lo presto. Cuídalo como me enseñaron a cuidarlo y protegerlo.
Patagonia, cuánto te extraño.  Madryn, ciudad que me vio crecer,soñar, llorar, reír, saltar, cantar,nadar, enamorarme.
Cuántos secretos guardas. Cuán bien los tienes atesorados en tu historia. Historia que formamos todos los que en ti estuvimos, y estamos, aunque ahora lejos.
Porque mi infancia y adolescencia están en tus entrañas. 
Porque tres de mis cuatro hijos vieron la luz por primera vez rodeados de tu aire. Disfrutaron tus playas, sol, viento, arena, mar azul turquesa.
Seguí aferrado , te llevo caminando por los senderos a recorrer la fauna.
Pinguinos elegantes esperándote para un festín de alegría  juegan en las aguas.
Ballenas y gaviotas. Liebres,  guanacos, martinetas, peludos. Lagartijas que se esconden en tus médanos. Donde muchas veces también me escondí.
Si te alejas una cuadra de la ciudad, te encuentras seguro con uno de ellos esperándote para llevarte en aventura campo adentro. 
Hay naturaleza de sobra paseándose. Tierra oculta, tierra abierta, bañada de golfo, mar tranquilo para que los niños jueguen en las costas.
Asómate a la ventana que está abierta. Se ve increíble.
Patagonia cálida, acogedora, para lanzarse a la hermosa experiencia de conocer y conocerse.
Mares de olas que te acarician.
Mesetas y océano. Cuánto más te pienso más te siento y quiero.
Noches entre amigos. Cenas con olor a océano.
Caminatas y encuentros. 
Si de escaparse de un examen era el tema, a las playas corríamos, con facturas y mate. Donde todos sabrían que estábamos seguros, si de ella nacimos , y a ella recurrimos. 
Puerto Madryn intenso, cálido, abrazador.
Poco asfalto, mucha costa, para partidos de rugby, futbol, tejo, paleta pelota, volley. Y sobra lugar, porque sos amplio.Tu interior es inmenso.
Éste es mi lugar en el mundo. No estoy siempre aquí, no con los ojos abiertos.
Vívelo, serás parte de él sin darte cuenta. Y quien te dice, un día te encuentres con los pies sobre su arena dorada.
Soy quien soy porque llevo dentro mis raíces.  Y a mis hijos les paso mis vivencias, para que tengan este tesoro y formen el suyo con partes  de nuestra historia.
Ana Alemán
@Ani_Aleman
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