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“Soy una compradora compulsiva”

Muchas veces las mujeres cuando se sienten “bajoneadas” salen  de compras con el fin de revertir la sensación de malestar, porque es algo que les genera bienestar y placer.

Las compras se vuelven compulsivas, cuando la persona NO puede dejar de comprar, ya que no puede controlar sus impulsos.

 

En las mujeres, las compras compulsivas  se realizan NO porque les haga falta (ropa, zapatos, etc), sino porque no pueden dejar de comprar, ya  que lo que en ese momento les gusta necesitan obtenerlo ya, no pueden controlar el impulso ni postergar la gratificación, -hoy compro el pantalón y la semana que viene la camisa- si no que tienen que comprar todo ya, para lograr tranquilidad.

 

¿Por qué se origina esta conducta?

Intervienen diferentes factores que pueden llevar a la persona a comprar de manera compulsiva:

– Sentimiento de inferioridad, que se calma adquiriendo objetos materiales de forma compulsiva.  Esto provoca una tranquilidad transitoria, ya que al poco tiempo vuelve a  activarse  la emoción de sentirse inferior, generando una retroalimentación negativa.

– Necesidad de obtener la gratificación de manera inmediata, es decir, lo que ve y le gusta, tiene que comprarlo YA!, no puede esperar.

– Falta de control de los impulsos.

– El sujeto se maneja solamente de forma emotiva por lo que siente, -quiero tal o cual cosa ya- no existe la reflexión.

– Baja autoestima.

– A través del acto de comprar, se canalizan las frustraciones y las sensaciones de insatisfacción.
¿Qué consecuencias provocan?

Una vez que se satisface el deseo intenso de comprar, puede aparecer el sentimiento de culpa y arrepentimiento por lo que hizo, lo cual puede afectar  el estado del ánimo.

Como el sujeto no puede controlar el impulso de comprar lo  que desea, termina muchas veces endeudándose por las compras, lo cual empeora su estado del ánimo.

Otras de las consecuencias  son los conflictos de pareja y familiares, ya que los actos compulsivos repercuten en la economía del hogar.

 

Es posible modificar la conducta compulsiva de comprar, aplicando las Técnicas de la Terapia Cognitiva, que resultan muy efectivas en el tratamiento de estas problemáticas.

Algunas herramientas que se le enseñan a la persona son:

– Prevención de la Respuesta: cuando aparece el impulso intenso de comprar, aguantar para no realizarlo, ya que después de algunos minutos, la sensación disminuye.

– Cortar y desviar: cuando aparece el pensamiento insistente de querer comprar, cortar, interrumpir y orientar el pensamiento hacia otra situación.

– Compra racional: se tiene que planificar lo que se va a comprar, para poder actuar de manera reflexiva y no por impulso.

– Evitar la tentación: no pasar por los lugares que generan el deseo de comprar.

– No salir con dinero o tarjetas de crédito para evitar la compulsión.

No es imposible pero sí difícil, salir sin la ayuda de un profesional, ya que no se trata de una cuestión voluntaria, producto que la persona no puede controlar la conducta compulsiva de comprar y necesita aprender herramientas terapéuticas para poder tener el control de sus impulsivos.

 

 

 

Para mayor información:

Psicólogo  Santiago Gómez

Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva

(Matrícula: 15.159)

www.decidirvivirmejor.com.ar / info@decidirvivirmejor.com.ar

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