Una buena dieta es la mejor prevención gripe A

Una buena alimentación es la mejor prevención para la gripe A

Por la Lic. Stella Maris García de Kralj, (M.N. 928 y M.P. 1269),
de Programar Proyectos Educativos,
www.programareduca.com.ar

La alimentación adecuada y la selección de alimentos correctos en el día a
día juegan un rol muy importante en la prevención de la gripe A y cualquier
gripe estacional. Además, en caso de contraerla, ayuda a mejorar sus síntomas y
a reponerse lo antes posible.

Una buena alimentación puede ayudar a prevenir el estado gripal. ¿En qué
consiste una buena dieta alimentaria? Debe contemplar las necesidades del
organismo, el requerimiento calórico proteico y debe reforzar algunos minerales
que habitualmente se encuentran alejados de lo que consumimos a diario. Esta
alimentación debe ser lo suficientemente armónica y adecuada al momento
evolutivo del integrante de la familia y proporcionar todos los alimentos para
que nuestro sistema inmunitario esté protegido ante la amenaza del virus.

Podemos encontrar ciertos alimentos que contribuyen a reforzar el sistema
inmunológico. Ellos son los que contienen vitaminas y minerales, el calcio -en
todas las formas de consumo lacteos, yogures, postres, semillas ) La ingesta
diaria debe superar los 800 mg; y el complejo de vitaminas B y el ácido fólico .

También se ha visto que alimentos como el ajo y la cebolla contienen alicina,
un eficiente antivírico, antibacteriano y antioxidante que estimula al sistema
inmune.

Es importante saber que mas allá de que la alimentación durante el periodo
de la enfermedad debe ser equilibrada, es mucho más importante realizar una
alimentación saludable diariamente, que es la mejor forma de prevenir. Es muy
importante que toda la familia se cuide y se proteja con una correcta selección
de alimentos frescos y ricos en vitaminas, minerales y proteínas; tratando de
programar el menú diario, ordenando la ingesta, realizando las 4 comidas y, si
es posible, una colación a media mañana o media tarde. Esto, sumado a un buen
descanso y el consumo de abundante cantidad de líquido son recomendaciones
claves para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune.

En definitiva, el tratamiento se basa en la prevención. El estar sano y bien
nutrido trae por consiguiente menor impacto en la sintomatología de la gripe.
¿Qué comer? A continuación algunas pistas para saber donde encontrar los
minerales, vitaminas y proteínas necesarias.

La vitamina C: es el antioxidante mas conocido y se le atribuyen varias
funciones inmunológicas; puede aliviar los síntomas de la gripe, contribuye al
mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones, aumenta la
producción de distintas sustancias como el interferón ( agente antivírico
natural ) y colágeno.

¿Dónda la encontramos? En los cítricos (naranja, mandarina y pomelo) los
vegetales de hoja verde oscura, el kiwi, el mango, el ananá, la frutilla, y el
brócoli y el coliflor.

La vitamina E: se ha demostrado que el consumo reiterado de esta vitamina
aumenta la respuesta inmune. La encontramos en el aceite de germen de trigo,
aceite de soja, de oliva, frutos secos (nueces, almendras y avellanas).

La vitamina A es otra aliada: juega un rol esencial en las infecciones y
en el mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones. Está en el
hígado vacuno, la manteca, los huevo, lácteos y sus derivados.

Los beta carotenos son los precursores de la vitamina A (Que provienen
del reino vegetal) que luego de ser ingeridos se transforman en Vitamina A,
ellos son los vegetales amarillos como la calabaza o zanahorias y el tomate.

Pero hay más. Se han visto alteraciones del sistema inmunológico relacionadas a
la no ingesta o déficit de ingesta de vitaminas del grupo B; La carencia de este
grupo puede disminuir la producción de anticuerpos

El complejo B se encuentra tanto en el reino vegetal ( vegetales verdes ,
frutas secas ( nueces o almendras y avellanas) , cereales y legumbres ( lentejas
, porotos y garbanzos ) como en el reino animal ( carnes en general, vísceras,
mariscos))La vitamina B12 se encuentra en el hígado, marisco, carnes rojas y
pescados .

También son importantes los minerales. Por ejemplo, el déficit de hierro es
bastante frecuente fundamentalmente dentro de los grupos de mayor requerimiento
(niños y embarazadas) .El aporte inadecuado de este mineral produce anemias,
disminuye la proliferación celular y la respuesta inmune.

La fuente alimentaría es el hígado, carnes rojas en general, vísceras, morcilla,
yema de huevo y legumbres; para su mejor aprovechamiento es fundamental la
incorporación de ácido fólico con su ingesta.

Zinc: su carencia produce alteraciones del sistema inmune, en general los
grupos de riesgo (embarazadas, niños, ancianos, personas con practicas
alimentarías inadecuadas) son los de menos ingieren de este mineral. También se
ha visto que el tabaco inhibe su utilización. Lo encontramos en mariscos,
semillas en general, legumbres, frutos secos, huevos y lácteos.

Selenio: su carencia en la dieta provoca una disminución de la actividad
bactericida de los anticuerpos. Lo incorporamos comiendo carnes en general,
pescado, mariscos, cereales.

Además de todos los alimentos mencionados, hay que prestarle atención a los
lácteos (leche, quesos, yogures con probióticos y todos los derivados) que son
un recurso nutricional muy importante para prevenir la gripe o luchar contra
ella en el caso en que ya se haya instalado. Una porción diaria de cada uno de
ellos favorece a nuestro sistema inmune

Y por último no tenemos que olvidarnos de tomar líquidos -vital durante el
proceso gripal- ; estos pueden ser en forma de agua, de jugos de frutas frescas
o de caldos de verduras naturales.

La cantidad diaria debe ser mayor a los 2 litros.

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