La primera casa

Qué se busca al adquirir la primera casa, por Karen Yanco

En el momento de elegir el primer hogar, cada persona busca
algo diferente que tiene que ver con su etapa vital, sus expectativas y sus
posibilidades económicas.

Habitualmente, los casos en donde aparece la búsqueda de la
primera vivienda son los de una pareja que decide convivir o que se casa, o de
alguien que inicia su independencia y se muda de la casa familiar, muchas veces
para estudiar o trabajar en otro lado. También hay ocasiones en que son los
padres quienes adquieren esta propiedad, para facilitarle a los hijos el camino
hacia la independencia y el crecimiento.

Las parejas jóvenes y los solteros buscan unidades chicas, de 1 ó 2
ambientes, con o sin cochera.

Con respecto a la zona, a veces se desea continuar en el barrio de la
infancia, donde el futuro dueño tiene amigos y quizá viven actualmente sus
padres o futuros suegros. Se busca además la cercanía o acceso directo a su
trabajo y lugar de estudio.

En el caso de las personas mayores, deciden mudarse – entre otras
cuestiones- porque la vivienda ya no les resulta funcional: les quedó grande, se
modificaron sus posibilidades para mantenerla, o bien porque sus hijos crecen y
se mudan. Otra situación que suele ocurrir es que venden la propiedad familiar
para ayudar a los hijos. En esos casos buscan unidades similares a las que
tenían, pero más pequeñas y funcionales.

En general, los compradores de todas las edades buscan lugares seguros, con
buena circulación de gente. Si se trata de parejas con hijos chicos, se prioriza
la calidad de vida, y cercanía al colegio y a los comercios.

Finalmente, cuando lo que se busca es un departamento a estrenar, el
comprador siempre demanda amenities El primero de todos: la seguridad.

La unidad y su entorno

Para elegir el inmueble que se transformará en el hogar, es fundamental
distinguir entre aquellas cosas que pueden transformarse mediante una inversión
razonable en relación al valor de la propiedad, y otras que no son modificables
– y que son generalmente las más importantes, porque hacen a la estructura misma
-. Por ejemplo, no podemos cambiar la ubicación y la categoría del edificio, y
es complicado modificar la cantidad de luz natural que recibe la unidad, o la
distribución de la planta. Otros aspectos, como ser el color de la pintura, un
revestimiento, o incluso la refacción del baño o la cocina, son cosas que se
pueden cambiar más fácilmente.

Los productos más demandados por el comprador promedio argentino son los
departamentos chicos, de 1, 2 y 3 ambientes
. Esto se debe a que son unidades
que sirven para uso personal, pero además se pueden adquirir para proteger el
capital o incluso para obtener una renta.

Si el destino es la vivienda, las zonas a elegir no son las mismas para
todas las personas. Hay zonas o barrios donde sólo se mudan quienes ya provienen
de allí, o tienen familiares o allegados, mientras que otros son receptivos de
inmigración dentro de la ciudad (o sea a los que se muda gente de cualquier
parte), como Barrio Norte, Palermo y Belgrano, que tienen buenos valores de
reventa.

Dentro de cada barrio, los lugares que son más valorados son los que
tienen buenas vistas, que están cerca de plazas y espacios verdes, y
preferentemente con buenos medios de transporte público (un aspecto agudizado
por el congestionamiento vehicular que sufre la ciudad de Buenos Aires).

Respecto a los amenities o servicios, como decíamos arriba, el más solicitado es
en primer lugar el servicio de vigilancia, pero otros varían según la
composición del grupo familiar.

Entre las personas jóvenes y parejas que tienen hijos pequeños, la pileta, el
SUM o el jardín y parrilla son algunos de los más pedidos.

En el caso de familias con hijos adolescentes, éstos últimos hacen mucho
uso de las instalaciones porque tienen una mayor autonomía, y a los padres les
brinda tranquilidad saber que permanecen en el edificio. En cambio, las parejas
ya establecidas generalmente desarrollan una mayor vida social fuera de su
domicilio.

Otro detalle a tener en cuenta es el importe que se deberá abonar por expensas.
Uno de los elementos que más inciden es la vigilancia y dentro de ella, la
cantidad de personal contratado que tiene un edificio y entre cuántas unidades
se divide el costo del servicio.

Antes de firmar.

Dado que la compra de una vivienda es un hecho importante que va a condicionar
futuros aspectos de la vida cotidiana, y que va a perdurar en el tiempo, no
conviene apurarse. Entre otros factores a considerar, se debe poner especial
cuidado al elegir la zona.

Hay que analizar muy bien todos los factores: además de la cercanía de la
familia o del trabajo, pensar en la seguridad del área, el fácil acceso a medios
de transporte, el nivel de ruido y movimiento de gente a distintas horas, los
espacios verdes cercanos, ubicación de los supermercados, hospitales, comisarías
y cuarteles de bomberos (estos últimos servicios pueden generar mucho ruido en
cualquier horario, por el uso de ambulancias, patrulleros y carros), etc.

Además, hay que estudiar a fondo el mercado y comparar los precios.

También se debe tener en cuenta que la elección realizada va a condicionar
otras decisiones posteriores
: desde la elección de los muebles hasta los
hábitos y horarios para trasladarse.

Además, es importante que el inmueble acompañe el crecimiento de su dueño/a, y
si en algún momento cambian sus necesidades, pueda ser vendido sin mayores
complicaciones. El precio de reventa se determina por el valor por m2 usado, el
tamaño y ubicación de la propiedad, sus características generales, el estado del
inmueble y del edificio donde se encuentra.

Como vemos, hay una gran cantidad de factores relevantes a analizar antes de
comprar la primera vivienda. Por eso es importante elegir una inmobiliaria que
sepa acompañar al cliente de una manera profesional, durante todo el proceso,
que este atenta a sus necesidades y pueda asesorarlo.
 

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