El regreso de la Luna

Entrevista a Cecilia Cemino, directora de la obra teatral
“El regreso de la luna”

“El teatro es caos, es devenir, es dejarse
llevar por eso que nos convoca y que no está encuadrado en ninguna fórmula ni
teoría”

Cuando el caos y las angustias cotidianas nos rodean, sentarnos a ver una obra
teatral puede ser el mejor de los caminos para conectarnos con otras
sensaciones.
Bien lo sabe Cecilia Cemino, directora de treatro, que está presentando
actualmente en el Teatro Arlequines de la Ciudad de Buenos Aires, “El regreso de
la luna”: una obra escrita por un chico de 20 años, en la que confluyen
temáticas como el poder, la corrupción, la prostitución y hasta la violencia y
la demagogia.
Aquí y ahora, una entrevista con la joven responsable de llevar este texto a las
tablas.

¿Cómo empezó tu vinculación con el teatro?

Lo primero que se me vino a la mente es cuando a los 3 años tuve que pasearme
moviendo mis caderas delante de los padres y compañeritos del jardín haciendo de
Mazamorrera y cantando: “Mazamorra caliente para chuparse los dientes…” ¡Que
felicidad!
Entonces, unos cuantos años después decidí respetarme el deseo y fue así que
comencé mis primeros estudios en la escuela de formación integral de actuación
de “La Manzana de las Luces”. Cursando el segundo año de la carrera mi profesor,
Andrés Sacchi, me convocó para hacer en el Teatro El Vitral el personaje de
Perla de la obra Extraño Juguete que escribiera Susana Torres Molina apenas
comenzada la última dictadura militar.

¿Por qué el teatro y no otra arte?

Porque nos conecta con una de las formas de expresión más primitivas y por ende
más auténticas del ser humano. La herencia oral dice que el hombre volvía de
cazar y la tribu se sentaba alrededor del fuego para ver y escuchar cómo los
cazadores representaban la hazaña de la cacería. Había un fuego, representantes
y un público.
¡Eso es teatro! y esa es la posibilidad de entrar en un estado mágico alimentado
por el fuego para que la fuerza público también se sume y se conecte
despojándose de mandatos culturales que sólo nos mantienen presos, con el cuerpo
inmóvil y la boca tapada.
El teatro nos permite conectarnos con el universo mediante movimientos que
hablan por sí solos y que nos sorprenden en cualquier momento de un ensayo o de
una función. El cuerpo habla y encuentra capacidades físico expresivas que
generan intensidades aún mayores que palabras puestas prolijamente en orden. El
teatro es caos, es devenir, es dejarse llevar por eso que nos convoca y que no
está encuadrado en ninguna fórmula ni teoría.

¿Cómo pasas a la dirección teatral?

Cuando estaba en segundo año de La Manzana de las Luces comencé a ver las
grandes posibilidades creativas que brinda la dirección teatral. A los dos años
hice una primera aproximación guionando y dirigiendo unas performances en el
marco de un recital, luego hice algunas experiencias pequeñas de asistencia
hasta que en el 2007 decidí armar mi propio elenco en cooperativa poniendo en
cartel una adaptación propia de Romeo y Julieta llamada “Julieta y Romeo lado b”
que presentamos en el Teatro Arlequines.
Más información sobre “Julieta y Romeo lado b”

http://www.alternativateatral.com/ficha_obra.asp?codigo_obra=8858

¿Qué es lo que más disfrutaste de tu primera experiencia como directora?

La elaboración colectiva, ver el crecimiento individual de cada uno de los que
componemos el grupo y el crecimiento grupal hasta lograr que el hecho artístico
pase a ser una entidad que trasciende a las necesidades individuales.

¿Por qué elegiste EL REGRESO DE LA LUNA y no otra?

Porque si se tuviera que puntualizar en cuál es el tema no se podría decir una
sola palabra ya que en todo momento se manejan dualidades que se van ramificando
en múltiples opciones.
Porque el autor tiene 20 años y es alguien con quien ya vengo trabajando y fue
él quien me dijo: -tengo una obra y me gustaría dártela para que la dirijas.-
Entonces ¡Cómo no hacer honor a semejante demostración de confianza! ¡Cómo
despreciar ese regalo!
¡Por supuesto que la idea también me pareció excelente! Para empezar se trata de
un Cabaret que a la vez es la casa de gobierno. Este lugar está comandado por un
hombre que se hace llamar el Sir y, que a la vez, es el Presidente de la Nación.
Por supuesto hay prostitutas y cada una tiene a cargo un ministerio. Una Madame,
una hermana llamada Mary July que tiene sus negocios por fuera del Cabaret.
Y en esa paz decadente y caótica aparecen dos hombres que vienen a hacerle
frente a este dictador.

¿Cómo armaste el elenco? ¿ A partir de qué conceptos?

El elenco fue armado a partir de dos conceptos esenciales para mí a la hora de
encarar cualquier proyecto: la humildad y el compromiso con el trabajo. El
currículum artístico es algo que en mi opinión se encuentra en un segundo orden.
Si no viene acompañado de lo otro no se logra trascender más allá de la
individualidad. El elenco es conciente de que el objetivo es algo que está y va
mucho más allá de uno.

¿Qué sentís que esta obra le da al público?

Creo que le da la posibilidad de experimentar diversas sensaciones y la
posibilidad de quedarse pensando y sintiendo desde un lugar íntimo y privado.

No hay bajada de línea, no hay mandato en esta obra y como define el autor (que
actúa y es quien hace el papel del Sir): hay un juego permanente de situaciones
que se van sucediendo y todos los personajes están al servicio de ese juego. Si
hay una clara invitación y algo para ofrecer es eso: ¡Vamos vengan a jugar!
¡Revivan ese placer primitivo e infantil!

¿Se puede decir que estás donde querés estar?

Sí, en el aquí y ahora. Sí, en cómo me veo para el próximo año y sí, desde donde
vengo.

“El regreso de la luna” se presenta todos los viernes a las 21.30 Hs en el
Teatro Arlequines de la Ciudad de Buenos Aires (Venezuela 1113). Hasta el 28 de
noviembre.

Enlaces:

www.elregresodelaluna.blogspot.com

www.fotolog.com/regresodelaluna

Reservas: (011) 15 6868 4090
 

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