Un crucero de diez días a Sydney, originarios de Nueva
Zelanda, dio a Raúl Melgoza una vista principal de la casa de ópera famosa
puesta de sol, el puerto frente a puntos con los barcos. La escena le inspiró
para aligerar para la primavera. Había un aire de calidad a los vestidos de las
velas que recuerdan a mechones, y las formas arquitectónicas de las colecciones
de los últimos dieron paso a vestidos de corte de forma más fluida en el
prejuicio. Impresiones eran nuevos, también, y juguetón: Una impresión de plumas
aparecieron en los corales en la pizarra los pantalones de color azul con un
toque de brillo, y en oro y gris en una soga larga, con brisa que se hizo sólo
para cócteles muelle. También de la nota eran blancos agotamiento de algodón
cortos. Corte de alta en el lado, eran tan amplios como culottes. Este enfoque
vestidos hasta vestirse era un paso natural para Melgoza. En el pasado, sus
ejercicios rigurosos en la forma de decisiones a veces han conseguido la mejor
de su traje de cóctel, pero en estos vientos balmier, mantuvo un firme control
del timón