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¿Cuál es tu estilo. Lo sabés?

El estilo a la hora de vestir es
fundamental para que podamos manifestar quiénes somos, nuestros gustos y
preferencias. Muchas personas consideran que no tienen estilo o piden al asesor
de imagen que las ayude a identificarlo.

 El estilo es un reflejo de lo que acontece
en nuestras vidas. Los cambios que se dan y cómo vamos madurando son factores
que inciden. Sabemos que no nos vestimos igual a los 20, a los 30 o a los 40. El
estilo se adapta y refleja quiénes somos en cada uno de estos momentos.

 

En algunos casos, el estilo se da con
características bien marcadas, en otros, resultan un mix que conviven de manera
armónica.

 

Como la imagen es la representación más
visible de nuestra esencia y, por ende, de quiénes somos, para tener estilo es
indispensable conocerse, saber qué nos gusta de nuestro cuerpo y también de
nuestra personalidad. Existen distintos estilos: la mujer romántica, la
creativa, la llamativa, la chic, la natural y la clásica.

Lo principal es sentirte reflejada por tu
estilo para que luzcas lo que lleves puesto con gracia y naturalidad, luciendo
perfecta sin parecer que te estás esforzando demasiado por lograrlo.

 

Ahora bien, no hace falta que te tires el
ropero encima con todas las prendas distintas y únicas que tengas. Esto puede
hacer que te perciban como una fashion victim o incluso como alguien inseguro
que se esconde detrás de toda esa indumentaria y de una imagen más recargada.

El estilo podés manifestarlo incluso en
pequeños detalles, como los accesorios que son excelentes aliados en este
aspecto. Quizás, si tu estilo es creativo o llamativo, algunas personas te vean
con un aspecto más excéntrico que las puede llevar a formar una imagen errónea
de quién sos. Por esto, a la hora de manifestar el estilo, seguí la máxima de
“menos es más” e incorporá piezas clave que se destaquen en tu outfit y
manifiesten tu estilo.

 

 También tenés que tener en cuenta el ámbito
en el que estás. Hay casos en que debemos usar uniformes o que se espera que,
por nuestra profesión, usemos determinado tipo de prendas y nos encontramos con
algunas restricciones a la hora de vestir, en comparación con nuestro tiempo
libre. En estas circunstancias es cuando tenemos a nuestros accesorios y a los
colores que nos quedan bien, para dar vida a las prendas que debamos usar y
para distinguirnos de los demás.

 

Es indispensable tener presente que no
debemos “uniformarnos” porque esto no permitirá que nos destaquemos. Tampoco
tenemos que ir al otro extremo y vestirnos con prendas totalmente diferentes
para ser vistas. El secreto está en incorporar algo que te distinga y
caracterice que puede ser un peinado, la forma de maquillarte, el color del
esmalte de uñas que uses, algún accesorio colocado en una parte del cuerpo que
quieras destacar o incluso la combinación de prendas de moda pero de un modo
distinto al que podemos ver en una publicidad.

 

Además de trabajar en estos aspectos, puede
servirte observar a otras mujeres que consideres referentes del estilo que
tenés, para ver cómo incorporan estos elementos de forma moderada y logran
plasmar una imagen positiva y, lo más importante, mantenerla en el tiempo,
siendo fieles a su verdadera identidad.

 

El estilo puede ir cambiando a lo largo del
tiempo porque vamos creciendo, va cambiando nuestra manera de pensar y vamos
moldeando nuestra identidad así que no te quedes con la categoría que te define
hoy sino con cómo te sentís cuando usás prendas y accesorios de determinado
estilo. Si estás incómoda, aunque no lo digas con palabras, a través del
lenguaje no verbal se podrá notar.

 

 
Lic. Laura Malpeli de Jordaan

Asesora de imagen certificada por Colour me Beautiful

Creadora de Styletto Image Studio

www.styletto.com.ar