Como formar hábitos y rutinas a nuestros hijos

Cómo formar hábitos y rutinas en los niños

Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189, Directora
del espacio La Cigüeña,
www.espaciolc.com.ar

En el desarrollo infantil integral, las rutinas y hábitos
son elementos esenciales en su proceso de crecimiento. Es cierto que las rutinas
y hábitos son límites, pero también es cierto que todos los niños necesitan esos
límites, ya que le proporcionan seguridad y confianza al saber qué esperar
dentro del hogar.

Las rutinas son aquellas secuencias que se repiten a diario para organizar la
tarea y la jornada. Cuando una familia decide horarios, actividades que se
realizarán en el día, el orden en el que se harán, quién las llevará a cabo y de
qué manera, intenta de este modo planificar con anticipación para cumplir con
las necesidades básicas del bebé.
Esta organización permite transcurrir el día con más tranquilidad, generando
confianza y seguridad tanto a los adultos como a los pequeños de la casa.
Es importante tener presente estas ideas porque la rutina en sí misma está
generalmente asociada con aburrimiento llegando a tener un tinte negativo que no
nos permite diferenciar aquella rutina que nos aplasta de aquella que es
necesaria básicamente para vivir con orden y a partir de allí flexibilizar,
según la preferencia o necesidad de cada familia.
Esos hábitos y rutinas se deben comenzar a incorporar desde temprana edad ya que
si esperamos hasta los 4 o 5 años del niño, la tarea resultará mucho más
compleja.

Hábitos del sueño

Dormir profundamente es tan importante para tu bebé, como alimentarse y jugar,
ya que favorece funciones claves para su desarrollo. Tal es el caso de la
función regenerativa, que es la que permite el descanso del cerebro,
recuperándose para nuevos aprendizajes. Asimismo es importante saber que
mientras duerme tu bebé crece, ya que en ese momento se segrega la mayor parte
de la hormona de crecimiento: la gonadotropina y que mientras sueña, consolida
sus conocimientos del día, ya que en ellos se repiten imágenes y experiencias.
Lejos de ser una tarea poco importante, el organizar una rutina que facilite el
buen dormir, resulta imprescindible para el adecuado desarrollo del pequeño.
Cuando el bebé duerme bien, se despierta de buen humor y lleno de energía para
seguir descubriendo el mundo y la vida cotidiana de sus padres se torna más
armoniosa.

Sugerencias:
– Desacelerar el ritmo de la casa, diferenciando el día de la noche…
– Un masaje y/ o un baño relaja y prepara para el dormir
– Asegurarse de que el bebé esté en condiciones óptimas para irse a dormir:
limpio, bien alimentado, cómodo.
– Acostarlo en su cuna con su juguete “de cariño”…(osito, sabanita, etc) y
bajar la luz.
– Si llora, no acudir rápidamente a calmarlo. Si le damos tiempo, tal vez pueda
y aprenda a conciliar el sueño solito.

La rutina de la alimentación

Es importante saber que el alimento más completo para el bebé es la leche
materna, que cubre los requerimientos de los bebés hasta los 6 meses. Por eso
los pequeños que son amamantados crecen más sanos. Tal vez debido a ello muchos
padres sienten cierto temor a la hora del destete, que aunque la finalización de
la lactancia no tiene una edad fija, el proceso comienza cuando se incorporan
otros alimentos, los semi-sólidos. Será el pediatra quien evaluará un adecuado
valor calórico, y determinará que los alimentos indicados sean fácilmente
digeribles y que la dieta corresponda a las necesidades según cada edad.
Se trata de respetar el momento más propicio en el desarrollo del bebé: ni
adelantar tal incorporación, ni retrasarla. Con ello, además de favorecer un
mejor vínculo con la alimentación, contribuye a enfrentar con naturalidad una
nueva etapa en el recorrido hacia su independencia
Por ello la introducción de comidas nuevas en la alimentación del bebé, es todo
un acontecimiento y hay que tener en cuenta algunas recomendaciones para que
resulte un proceso exitoso. Como es una actividad que requiere aprendizaje, es
importante recordar que los bebés aprenden por medio de los sentidos: tocar,
jugar, chupar la comida, es el camino que establece un buen vínculo con los
alimentos y asegura una buena alimentación general.

Sugerencias
– Cada vez que se pueda prepararle comidas atractivas por sus colores y formas.
Esto motivará a probarla, casi como un juego.
– También le gustará participar en su preparación.
– Los niños aprenden por imitación, por ello y porque es importante para el
vínculo de la familia, es fundamental compartir con ellos la mesa, en un clima
ameno y sin interrupciones ni distracciones como la televisión.
– No es bueno emplear la comida como manera de castigo. La alimentación debe
quedar por fuera de otras cuestiones de la crianza.

Estimular la higiene personal

Desde pequeños, es importante estimular la higiene personal y ambiental, ya que
es ésta una de las formas de favorecer la salud, incluyendo en ella dos
factores: el biológico, evitando enfermedades, y el social, ya que la higiene
facilita que las personas quieran acercarse y ponerse en contacto con nosotros.
Los hábitos de higiene requieren la organización de una rutina de aseo y orden,
en donde a medida que se avanza en las diferentes etapas del desarrollo, nuestro
hijo participe en ella de una manera natural y hasta divertida.
Desde bebés, la hora del baño puede ser un momento placentero, acompañado por
mamá o papá, quienes enjabonándolo con sus manos, ofrecerán agradables
sensaciones de agua cálida y caricias, un buen momento para los mimos.
Al ir creciendo es importante guiarlos con el ejemplo, y facilitar la tarea para
que pueda realizar alguna de ellas de manera independiente.
El aseo puede convertirse en un momento lúdico, por eso es recomendable llevar
juguetes y muñecos a la bañadera promoviendo de esta manera a participar del
mismo con interés y entusiasmo.
Además de facilitar la adquisición del hábito, estarás estimulando el buen
vínculo con el agua. En ese medio tu bebé se gestó, por eso el baño puede
convertirse en un momento propicio para el vínculo y el conocimiento.

Sugerencias
– Es importante que organices una rutina: respetando horarios y modalidades que
resulten adecuados a la dinámica familiar.
– Los elementos de baño: toallas, jabón, esponja, deberán ser de uso exclusivo
del bebé, mantenerse en óptimas condiciones de higiene y estar a mano a la hora
de iniciar el baño. Así, tu tarea será más sencilla y tu bebé estará más seguro.
Nunca dejes solo a tu hijo en la bañadera.
– Si tu bebé siente que es sostenido con seguridad y firmeza, se dejará bañar de
una manera natural y tranquila.
– En todas la edades prestar especial atención a la temperatura previa, durante
y posterior al baño. Muchos bebés lloran, por sentir cambios bruscos de la
misma.
– Cuando son más grandecitos, destinar tiempo a esta tarea ya que es de mucha
riqueza la variedad de juegos que tendrán lugar en el momento del baño.
– Al ir creciendo, alentarlo a mantener su higiene. Organizar un orden: antes de
comer lavarse las manos, y luego de comer, lavarse los dientes. Luego de ir al
baño, lavarse las manos. Al despertarse, lavarse la cara, los dientes y ordenar
el cuarto. Son todas normas que se deberán repetir hasta que sean realizadas sin
necesidad de mencionarlo.

El momento de dejar los pañales

Si tu hijo ronda los dos añitos, en algún momento dejará los pañales, y esa será
una de las grandes adquisiciones de ese año. Es importante saber que esto no
depende de la voluntad del pequeño, se trata de un proceso en donde interviene
el desarrollo madurativo. Sucede en esta etapa, ya que entre los 18 y los 36
meses, los músculos que participan en el advertir cuándo necesitamos ir al baño
-la vejiga y el intestino- se fortalecen. Es por ello que no se trata de una
decisión de los adultos, sino de una adquisición propia del desarrollo de tu
hijo, quien como en cada etapa, necesita de tu acompañamiento, estimulándolo a
progresar, favoreciendo sus adquisiciones, pero no acelerando sus tiempos ni
exigiendo determinados logros para los cuales no está aún preparado.
En relación a la estimulación es un momento importante para incluir juegos
relacionados con trasvasamiento de líquido de un recipiente a otro. De esta
manera juega a “controlar el líquido”, entonces el juego del té es una buena
opción.

Sugerencias
– Un buen momento para comenzar el proceso es en épocas cálidas.
– Una vez que comenzamos con la estimulación del uso del inodoro, se debe
continuar. Para ninguna rutina que intentes instalar son buenas las idas y
vueltas.
– El primer paso suele ser el avisar mientras está haciendo pis en su pañal. Es
un paso importante ya que confirma que registra de qué se trata. Es el momento
de incluir en el baño, su inodorito.
– Es una buena idea compartir con tu hijo la compra de su ropita interior,
diciéndole que es más grandecito ahora, y que es esa la ropa que usará en cuanto
aprenda a ir al baño.
– Conviene dejarlo un rato por día, en tiempo cada vez más prolongado, con su
bombachita o calzoncillo, invitándolo a avisarte cuando quiera ir al baño.
– Si tiene un “accidente” no lo retes ni castigues. Tu hijo está aprendiendo y
necesita de tu calma y paciencia en este acompañamiento.
– Aunque ya durante el día sepa ir al baño, hay niños que por la noche necesitan
de más tiempo de adaptación al no uso de los pañales. Enseñale a ir al baño
antes de acostarse, podés dejarle el pañal por más tiempo durante la noche y
cuando observes por varios días que por la mañana amanece con el pañal seco,
allí podrás intentar sacarlo también por la noche.

El día de la visita al pediatra

La visita al pediatra es fundamental para el buen desarrollo de tu hijo. En ella
será revisado, evaluado, controlado, vacunado, cuidando que su crecimiento sea
el adecuado, en todos sus aspectos, tanto orgánico como emocional, intelectual y
social.
También suele ser un momento clave en relación al ejercicio de la maternidad y
la paternidad para las mamás y los papás primerizos, ya que allí podrán
consultar todas las dudas e inquietudes, y de alguna manera se pone en juego la
evaluación de “cómo estamos haciendo las cosas”, disfrutando del guiño médico
frente a situaciones que enfrentamos, y recibiendo sugerencias sobre cómo
enfrentar aquellas que no nos han resultado, o que aún no han aparecido.
Se trata entonces de cuidar la salud del pequeño y colaborar con el bienestar
familiar en el encuentro con un profesional que nos acompaña en este proceso.
Para muchos niños la visita se convierte en un paseo, pero para otros no resulta
un programa agradable, despertando inquietud y temor en relación a lo
desconocido. El trato del profesional y la actitud de sus padres, serán dos ejes
fundamentales de quienes dependerá en gran parte lo que allí suceda. Los padres,
asistiendo con tranquilidad y lo más natural posible. El profesional, teniendo
con los pequeños un buen trato, con paciencia y respeto por la personita a la
que se está dirigiendo.

Sugerencias
– Anticiparle al hijo lo que vendrá: “estamos yendo al médico”, sin mentir
respecto de lo que allí sucederá. Por ejemplo, si le darán una vacuna diciendo
que no dolerá, cuando en realidad esto puede suceder.
– Presentarle a su médico con anterioridad a su visita: cómo se llama, cómo es,
qué cosas pedirá o hará. Tener presente que aunque el niño sea muy pequeñito,
las palabras de las mamás no sólo transmiten ideas sino sensaciones.
– Si tu hijo es más grandecito, esperá que él intente responder aquellas
preguntas que son dirigidas a él.
– Elaborar una lista con todas las preguntas y dudas que se tengan.
– Si le indican la ingesta de medicación, ofrecésela a tu hijo lo más firme y
breve posible, explicándole de qué se trata y el motivo de su indicación.
– Festejá cada visita o ingesta de medicación exitosa, tal vez podés acompañar
con un premio.
– Disfrutá de los logros y avances de tu pequeño… estás presenciando cada día
su crecimiento y desarrollo.

La clave para todos estos procesos es la constancia, la paciencia y la
repetición. Tanto los hábitos como las rutinas, pueden tardar algunos meses en
incorporarse, pero no por eso debemos decepcionarnos o pensar que es una tarea
imposible.
Es claro que en algunas ocasiones deberemos ser flexibles y adaptar las rutinas
a las necesidades del niño, sobre todo a medida que vaya creciendo y sus
actividades y horarios puedan ir cambiando.
La tarea no será sencilla, pero los hijos son total responsabilidad de los
padres, y si queremos que sean futuros integrantes de una sociedad, deberemos
acompañarlos durante todo su crecimiento, con amor, tolerancia y sobre todo, con
la conducta ejemplar de los padres.

 

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